University of Pittsburgh

Julio Woscoboinik
El alma de "El Aleph". 
Nuevos aportes a la indagación psicoanalítica de la obra de J. L. Borges
 

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CAPíTULO 3: LA MITOLOGíA DEL CORAJE
El padre ausente y el mandato narcisístico

 

 

¿Dónde estará (repito) el malevaje

Que fundó en polvorientos callejones

De tierra o en perdidas poblaciones

La secta del cuchillo y el coraje?

Borges (*)

 

Acercarse a la mitología del coraje en Borges, es acercarse a la historia de malevos, guapos y compadritos. Es tambi én adentrarse en la tradición gauchesca, antecedente inmigratorio de la urbanización ciudadana. Es hacerse cultor de una "religión con su mitología y sus mártires, la dura y ciega religión del coraje, de estar listo a matar y a morir."(1) Por el puro placer de matar.

Ares, dios de la guerra, fu é un tracio que amó la batalla por la batalla misma. Se complacía en la matanza de hombres y el saqueo, independiente de toda motivación. Zeus y Hera lo odiaban. Afrodita, en tanto, infiel a Hefestos, concibió con Ares tres hijos.

En su libro Evaristo Carriego y para abonar su hipótesis de que pelear es una fiesta, Borges recuerda el nacimiento histórico de las "Canciones de gesta", las sagas y juglarescas de epopeyas y hazañas guerreras. Tambi én a Atila y sus arengas en "Historia de los Godos"; a Paris, en La Ilíada, corriendo a la batalla como un potro tras una yegua en celo; a la Saga de Beowulf, con guerras que son danzas de espadas...

Lo cierto es que ninguna de estas referencias parecen confirmar su tesis. Todas conforman luchas por ciertos objetivos e ideales, capturados por el valor y la valentía, más que por el desafío y la enajenación del puro coraje.

Siempre son dos los que tallan,

Un propio y un forastero;

.......................

Nunca se han visto la cara,

No se volverán a ver;

No se disputan haberes

Ni el favor de una mujer. (2)

Extraña esta mitología borgeana donde se exalta el puro culto del cuchillo. Pero creemos que Borges escotomiza o niega la realidad. Si es un propio y un forastero ¿no es acaso el desafío al de "afuera", vivido como enemigo? ¿no hay un enfrentamiento narcisista de reaseguro endogámico?

Igualmente percibimos su confusión cuando conjuga en una sola palabra coraje y potencia sexual: "La índole sexual del tango -escribe-fu é advertida por muchos, no así la índole pendenciera. Es verdad que las dos son modos o manifestaciones de un mismo impulso y así la palabra hombre, en todas las lenguas que s é, connota capacidad sexual y capacidad belicosa, y la palabra virtus que en latín quiere decir coraje pero procede de vir, que es varón." Y la confusión se hace a ún más evidente cuando, a renglón seguido, Borges recuerda para confirmar su hipótesis, un fragmento de la obra de R. Kipling. Allí Kim, el afghán declara: "A los quince años, yo había matado a un hombre, y procreado a un hombre (When I was fifteen, I had shot my man, and begot my man) como si los dos actos, fuesen esencialmente uno".(3)

Consideramos imposible asimilar estas dos circunstancias tan diferentes y extremas. Sin embargo, la asociación de las ideas de muerte, sexo y procreación, esencialmente una, la encontraremos muchas veces repetida en Borges. "La guerra servía, como las mujeres, para que se probaran los hombres."(4) Creemos que hay en Kipling una alusión metafórica al crecimiento en la pubertad: "Cuando tenía 15 años mat é mi hombre y dí a luz mi hombre".

En cuánto la etimología, la palabra varón no es más que una generalización semántica de barón: "hombre noble". Barón, del germano baro: "hombre libre, apto para la lucha". Varón, del latín vir, influirá, a partir del siglo XVI, para cambiar la ortografía de la palabra.

Coraje, del latín Cor, corazón, alude al "gran corazón" del hombre valiente. Coraje refiere una impetuosa y a veces col érica decisión y esfuerzo de ánimo. Valentía deriva de valer: es ser fuerte, vigoroso, potente, sano. Si bien pueden utilizarse como sinónimos, todo depende del contexto.

 

EL COMPADRITO


Este personaje de la sociedad porteña del 1900, tan frecuentado por Borges, ha merecido distintos comentarios. Para Fernando Guibert, "la historia inverosímil del compadrito tuvo su comienzo así: la pobreza, que era el retrato marchito de la madre, deshilachándose día por día, arrastando quehaceres, y el padre, que más de una vez era un retrato olvidado en los cajones".(5)

Hemos analizado ya la orfandad en "Funes". En "Historia de Rosendo Juar éz", el personaje cobarde de "Hombre de la esquina rosada", se confiesa: "Nunca se me ocurrió averiguar el nombre del padre que me hizo. Clementina, mi madre, era una mujer muy decente que se ganaba el pan con la plancha. Me cri é como los yuyos".(6)

La palabra compadre, del latín compater-compatris nombra, recíprocamente, al padre y al padrino de un hijo y hace al compromiso de amparo que se contrae en relación con ese niño.

Curiosamente, de compadre derivó compadrito como diminutivo, y compadrear. Este vocablo es muy usado en el Río de la Plata, como sinónimo de balandronear, presumir, alardear. El Diccionario de Argentinismos (1911)(7) de Lisandro Segovia define al compadrito como "individuo jactancioso, falso, provocativo y traidor, que usa un lenguaje especial y maneras afectadas."

El compadrito no tenía ni padre, ni padrino... Presumir o alardear de grande, de macho, debió llenar así duras carencias. "Criado como los yuyos", en la escuela de la calle, compartiendo ocios y vicios, este niño tuvo forzosamente que agrandarse. A esto se agregará, como es lógico, el resquemor y el resentimiento.

La patología de los vínculos identificatorios, ligados a esa falta del Nombre del Padre, encienden las pulsiones sadomasoquistas del desafío y del desplante narcisista. La disociación entre mujer sexuada y madre idealizada, lo ubicará en la proximidad de los lupanares.

"Por esa casi perpleja admiración que el instintivo despierta en el hombre de letras" Borges mira, desde una biblioteca y un jardín, hacia las orillas, orillando la realidad. La suya fue una mirada estrábica, escindida. Apuntó "desde su sangre", a un sólo aspecto, desgajándolo del conjunto.

¿Donde estarán aquellos que pasaron,

Dejando a la epopeya un episodio,

Una fábula al tiempo, y que sin odio,

Lucro o pasión de amor se acuchillarón?(8)

 

"Los compadritos vinieron a mi vida y a mi obra con los malevos y los arrabales, un poco por curiosidad y otro poco porque en la religión que ellos habían construído -la del coraje- yo encontraba cosas que le faltaban a mis días: el arrojo físico, la valentía, todo eso. En esa especie de nostalgia tenían que ver tambi én mis antepasados militares."(9)

 

TANGO Y MILONGA


La figura del compadrito está asociada al tema del tango y de la milonga. El tango tuvo su origen en los conventillos, pero especialmente en los lupanares. Por eso Lugones, desdeñoso, lo definiría "reptil de lupanar". La milonga, en tanto, fue primero payada en los fogones campesinos y en los fogones de la soldadesca en campaña.

En "Historia del tango",* Borges se ocupa de deslindar bien la índole sexual del tango diferenciándolo de la milonga: por "la lascivia de las figuras, la connotación evidente de ciertos títulos ( El choclo, El fierrazo)", y el hecho de que las mujeres del pueblo no quisieran participar de ese baile de "perdularias". Sólo el resonar pendenciero, peleador, lo ligaría a la milonga. Y Borges confiesa una singular facilidad para componerlas : "Como de mi sangre, me son dictadas por mis antepasados militares. Todos ellos han escrito esto. Yo no. La prueba está que yo corrijo mucho lo que escribo, aunque no parezca; un soneto, un soneto mío, bueno...procede de varias generaciones de borradores. En cambio, las milongas, no".(12)

 

Nadie con paso más firme

Habrá pisado la tierra;

Nadie habrá habido como él

En el amor y la guerra.

  ......

Entre las cosas hay una

De la que no se arrepiente

Nadie en la tierra. Esa cosa

Es haber sido valiente.

 

Siempre el coraje es mejor,

La esperanza nunca es vana;

Vaya pues esta milonga

Para Jacinto Chiclana.(*)

 

HERENCIA Y DESTINO


En el mandato narcisista el hijo debe cumplir los sueños, los irrealizados deseos de sus padres. En el caso de Borges, serán los de grandeza y valentía de un gran h éroe, como lo fueron sus antepasados militares. Desde su padre, un hombre de letras, tambi én los afanes de un destino literario.

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges está encadenado por eso, desde su fe de nacimiento, a un brilante collar de nombres que lo fijan a dos ilustres árboles genealógicos: Jorge, por el padre; Francisco, por el abuelo paterno, coronel; Isidoro, por el abuelo materno, tambi én coronel; Luis, por el tío paterno, jurisconsulto.(10)

 

Sólo Dios puede saber

La laya fiel de aquel hombre;

Señores, yo estoy cantando

Lo que se cifra en el nombre.(11)

A la muerte de su madre, a los 99 años, perseguido por autoreproches melancólicos, y dolorido por no haberle podido mentir que veía mejor, luego de una de las tantas operaciones padecidas, volverá sobre el pecado de haber defraudado a sus padres, no ha sido feliz, no ha sido valiente.

He cometido el peor de los pecados

Que un hombre puede cometer. No he sido Feliz.

.................

Me legaron valor. No fuí valiente.

No me abandona. Siempre está a mi lado

La sombra de haber sido un desdichado.(13)

Sus fobias e inhibiciones se trenzaban y tensaban en la realidad de su padecer. La épica, era un "apetito elemental". Sublimatorio, el coraje se hace literatura.

 

 

NOTAS



(*) J.L.Borges "Tango" El otro,el mismo O.P. p..203

 (1) J.L.Borges Evaristo Carriego O.C. Edit. Emec é BsAs 1974 p.168

(2) J. L. Borges "Milonga del forastero" Historia de la Noche Obra Po ética Edit. Emec é1977 p.528

(3) J. L. Borges Evaristo Carriego O.C. p.160

(4) J.L.Borges "La otra muerte" El Aleph O.C. p.571

(5) F.Guibert El compadrito y su alma Edit. Perrot BsAs 1957 p.17

(6) J.L.Borges "Historia de Rosendo Juárez" El, Informe de Brodie O.C.p.1034

(7) L.Segovia Diccionario de Argentinismos Comisión Nac.del Centenario BsAs 1911

(8) J.L.Borges "El tango" El otro,el mismo O.P. p.203

(9) M.Mactas entrevista a Borges citado en Borges,saque el cuchillo de R.Braceli Edit.Galerna BsAs 1979

* J.L.Borges Evaristo Carriego O.C. p.160

(12) Antonio Carrizo O.Citada p.62 El subraydo es mio J.W.

(*) J.L.Borges "Milonga para Jacinto Chiclana" O.P. p.287

(10) J.Woscoboinik O. Citada p.232

(11) J.L.Borges "Milonga para Jacinto Chiclana" O.P. p.287

(13) J.L.Borges "Remordimiento" O.P. p.486


Publicado como: Julio Woscoboinik. El alma de "El Aleph". Nuevos aportes a la indagación psicoanalítica de la obra de Jorge Luis Borges. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano, 1996.


        
 

© Borges Studies Online 14/04/01


How to cite this book:

Julio Woscoboinik. El alma de "El Aleph". Nuevos aportes a la indagación psicoanalítica de la obra de Jorge Luis Borges. Borges Studies Online. On line. J. L. Borges Center for Studies & Documentation. Internet: (http://www.borges.pitt.edu/bsol/jw0.htm)

 


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