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Cattaneo, Carlo

Index: La Canción del Barrio, Evaristo Carriego, OC,Obras completas. Buenos Aires: Emecé, 1974. 130. El gremialista, Crónicas de Bustos Domecq, OCC,Obras completas en colaboración. Buenos Aires: Emecé, 1979. 328.
Type
N

Italian philosopher and politician, 1801-1869, author of Storia della Rivoluzione del 1848 and Archivio triennale delle cose d'Italia and editor of Il Politecnico

Parodi: "Cattaneo es el supuesto autor de un Análisis de la obra de Baralt. La mención de este escritor apócrifo es una broma de Borges y Bioy: en el capítulo IV de Evaristo Carriego, “La canción del barrio” (OC I: 130) entre los cambios de Palermo hacia 1912, Borges evoca: “Cattaneo, en la imaginación popular, había desbancado a Moreira...”. También Bioy, en Jardines 69, cita una “musa popular” que rememora a este personaje: “Cattaneo /Dame la mano / Para subir/a l’aeroplano. / Cattaneo / No vueles alto / Que se te rompe / El aparato.” Y Bioy agrega un comentario de Borges: “Ya en esta estrofa el autor empieza a tener rabia y a ser procaz”. Estos mismos versos están registrados en las páginas 1329-1330 de Borges, que Daniel Martino comenta en una nota: “Cuando Borges está de muy buen humor suele tararear […] una canción cuya letra es: ‘Cattaneo, dame la mano’ […] Hicimos una pequeña investigación para averiguar quién era Cattaneo y nos enteramos [de] que fue un arriesgado y valiente piloto italiano, Bartolomé Cattaneo, quien […] sobrevoló Buenos Aires a 2000 metros de altura y fue el primero que unió en un vuelo directo Buenos Aires y Rosario allá por 1911 […]. No tenía la menor idea de las proezas de Cattaneo −afirma Borges−, sólo sé que cuando yo era chico, él era célebre y yo cantaba esa estrofa para mí inexplicable, sin mayor erudición.” Bartolomeo Cattaneo (1883-1949) fue el primer aviador italiano en recibir una licencia de vuelo y el primero en cruzar por aire el Río de la Plata, en unir Buenos Aires con Rosario, con Santiago de Chile y con Porto Alegre. Su popularidad aumentó desde que, como parte de las celebraciones del Centenario, deslumbró al público con sus destrezas aéreas y aterrizó en pleno Hipódromo de Buenos Aires durante el Gran Premio Carlos Pellegrini de 1910" (286-87).