Argentine Ultraist magazine, 1921-1922
Parodi: “y en la tercera por Prisma, Proa, etcétera.”: dos revistas de la vanguardia ultraísta en cuya fundación participó Borges: Prisma, revista mural, de la que aparecieron dos números (1921 y 1922). Borges la definió como “una reacción a favor del verso libre y ultraísta” y la calificó de “primera, única e ineficaz revista mural”; “cartelón que ni las paredes leyeron y que fue una disconformidad hermosa y chambona” (Autobiografía 301). “Nuestro pequeño grupo ultraísta estaba ansioso por poseer una revista propia, pero una verdadera revista era algo que estaba más allá de nuestros medios. Noté cómo se colocaban anuncios en las paredes de la calle, y se me ocurrió la idea de que podríamos imprimir también una ‘revista mural’, que nosotros mismos pegaríamos sobre las paredes de los edificios, en diferentes partes de la ciudad. Cada edición era una sola hoja grande y contenía un manifiesto y unos seis u ocho poemas breves y lacónicos, impresos con mucho blanco en derredor y con un grabado hecho por mi hermana. Salíamos de noche −González Lanuza, Pinero, mi primo y yo− armados de tarros de goma y de brochas que aportaba mi madre y caminando a lo largo de millas, los pegábamos en las calles Santa Fe, Callao, Entre Ríos y México” (Ensayo 62). De la otra revista, Proa, recuerda Borges: “Después de Prisma nos decidimos por una revista de seis páginas (se trataba en realidad de una hoja única impresa de ambos lados y doblada dos veces). Esta fue la primera Proa […] de ella se publicaron tres números. Dos años después, en 1924, vino la segunda época de Proa.” (Ensayo 62-63); hasta 1926 se editan 15 números. La Editorial Proa publicó Inquisiciones y Luna de enfrente; en 1926, El tamaño de mi esperanza y en 1929, Cuaderno San Martín.